¿Recuerdas la imagen de cuándo una madre muy ocupada deja una nota de papel en el refrigerador diciéndole a su hijo que no se olvide de tomar leche y galletas durante su ausencia? Bueno, ahora una mamá casi nunca pensaría en coger un bolígrafo para dejarle una nota a su hijo. Por otra parte, ¡a tus hijos tampoco les gustaría esa idea tan pasada de moda!
De manera que si una niña necesita que su padre vaya a recogerla a la escuela porque saldrá tarde después de la clase de ballet, todo lo que tiene que hacer es enviarle un mensaje de texto. O si un chico va a llegar tarde a casa después del partido de baloncesto, rápidamente puede enviarle un mensaje de texto a su mamá para decírselo.
¡Decir “hola mamá” delante de los demás no suena bien! Los mensajes de texto parecen mejor idea.
No más llamadas telefónicas, no más correos electrónicos, no más notas de papel o cualquier otro tipo de comunicación que atraiga a los niños de hoy en día.
En resumen: ¡Mensajes de texto, mensajes de texto y un poco más de mensajes de texto!
Comprueba si esto está perjudicando a tu hijo de alguna manera. Simplemente formúlate las siguientes preguntas y reflexiona un poco; si respondes a alguna de manera afirmativa, existe la posibilidad de que esta nueva tendencia de comunicación no le esté haciendo ningún bien a tu hijo.
• ¿Los mensajes de texto están arruinando el lenguaje y la ortografía de tu hijo?
• ¿Los mensajes de texto están arruinando la comunicación verbal de tu hijo?
• ¿Los mensajes de texto están creando un gran espacio entre tu hijo y tú?
• ¿Los mensajes de texto están convirtiendo a tu hijo en un chico introvertido?
¡Los niños que utilizan desmedidamente mensajes de texto tienden a crear y a utilizar un lenguaje inventado!
Para tu información, el lenguaje que utilizan se compone de palabras, letras y frases truncadas, nada aceptable para el lenguaje estándar que se debe utilizar en trabajos escolares.
Los niños no hablan mucho estos días, pero se comunican a través de mensajes de texto todo el tiempo. Y cada vez que intentas decirle algo a tu hijo, literalmente lo encontrarás “en la luna”, sin responderte, como si no pudiera escucharte, y todo el tiempo tecleando sin parar.
Se ha detectado que los niños que utilizan mucho los mensajes de texto, participan menos en otras actividades. E incluso cuando hacen alguna cosa, continúan enviando mensajes de texto. Difícilmente se interesan en conocer a personas o en comunicarse con ellos cara a cara. Simplemente buscan la oportunidad de enviar mensajes de texto a sus amigos.
¿Te estás preguntando qué puedes hacer para cambiar los hábitos de envío de mensajes de texto de tu hijo? ¿Podrás ser capaz de hacer que tu hijo deje de enviar mensajes de texto a todas horas? ¿Podrá tu hijo pensar en hacer algo más importante que estar enviando mensajes de texto?
A continuación encontrarás una lista de cosas que puedes hacer para ayudar a tu hijo a cambiar esos hábitos:
Involucra a tu hijo en juegos con mensajes basados en buena ortografía
La mensajería de texto es famosa por arruinar las habilidades del idioma y de la ortografía de nuestros hijos. ¿Qué te parecería que tu hijo hiciese algo que mejorase su ortografía usando su medio favorito de comunicación? Hay muchos juegos y esquemas disponibles en internet. Simplemente descárgalos y ayuda a tu hijo a mejorar mientras envía mensajes de texto.
Conversa con tu hijo mediante mensajes de texto para que evite el juego de las escondidas
Los hijos tienden a ocultar los mensajes a sus padres pensando que éstos no los entenderán. Esto también pasa cuando casi no existe este tipo de comunicación con los padres, pues pueden llegar a pensar que a ellos no les gusta el envío de mensajes de texto. Así que, ocasionalmente, envíale un mensaje de texto a tu hijo.
Motiva a tu hijo a que envíe mensajes de texto por una causa noble
Hay muchas causas nobles que utilizan campañas de mensajes de texto, por ejemplo una que involucraba un pequeño juego de envío de mensajes de texto para detener las granjas de cachorros en Estados Unidos. Busca este tipo de campañas y motiva a tu hijo a participar en ellas, esto contribuirá a que tu hijo no pierda el tiempo con conversaciones sin sentido y convierta su hábito en una actividad útil.
Deja que tu hijo pague la factura del celular
Esto puede sonar un poco raro, pero seguro que ayudará a restringir el uso desmedido de los mensajes de texto. Si tu hijo es adolescente o adulto joven, puede tener un empleo de verano o de medio tiempo, lo que le ayudará a aprender a administrar el dinero. Pero si tu hijo tiene una paga asignada, una idea podría ser aumentar ésta al mismo tiempo que le pides que pague los gastos de su celular.
Utiliza un software para monitorizar celulares y evita el envío de mensajes inútiles
Esta es una grandísima manera de registrar lo que tu hijo está haciendo en el celular. El software avanzado de monitorización de celulares te permitirá leer todos los mensajes enviados y recibidos por tu hijo. Así, sabrás si sólo está perdiendo el tiempo con mensajes inútiles o si está haciendo algo realmente útil. Además, podrás darte cuenta si los amigos de tu hijo le están enviando mensajes censurables, por lo que podrás bloquearlos para que ya no le envíen mensajes de ningún tipo.
Si bien puedes hacerlo de manera totalmente oculta, hacérselo saber puede ser igual de útil. Puedes decirle a tu hijo que estás al tanto del tipo de mensajes que intercambia y que estás atento al tipo de lenguaje que utiliza. Esto lo motivará a no utilizar modismos o groserías ni a intercambiar mensajes dudosos con sus amigos.